El 24 de enero de 1918, el canciller del Reich Alemán, el Conde Hertling pronunció un discurso ante el Parlamento poniendo condiciones a una paz eventual con los Aliados. Entre ellas hubo una que pasó un poco desapercibida: la retirada británica de la islas Malvinas. ¿Cómo es que que este asunto llegó a estar en la agenda de Berlín en medio de otras cuestionas tan críticas de la guerra mundial?

Es que una mujer argentina que había alcanzado una posición preponderante en la Corte del Káiser Wilhelm II y en el Auswärtiges Amt (el ministerio de Asuntos Exteriores del Reich). Su marido era quien había escrito el discurso del canciller.

No es Carola Martínez de Hoz Stegmann cuya curiosa historia contaba en este post, casada con el diplomático Luxburg, sino su hermana mayor Leonor (Eleonora) Martínez de Hoz Stegmann, nacida en 1875.

Al igual que Carola se había educado en el internado de Karlsruhe, pero, por algún motivo, había regresado a Buenos Aires circa 1899. Aquí fue cortejada por el Barón Hilmar vom dem Bussche-Haddenhausen, de 31 años, que se desempeñaba como funcionario comercial de la legación alemana (luego ascendido a Encargado de Negocios) y era descendiente de una familia de altos funcionarios prusianos.

Fue en ese momento que Berlín decidió trasladar a Hilmar a su nuevo destino: Egipto. Entonces decidieron casarse y viajar juntos a El Cairo, donde en agosto de 1900 nació su primera hija, Matilde («Tilly»).

Después de casarse, la carrera diplomática del Barón fue en ascenso. Los Bussche pasaron por las embajadas de Londres y Washington. En Berlín fue jefe del departamento de relaciones con el Reino Unido. Y en 1910, consiguió el ascenso a embajador y que lo destinaran nuevamente a…Argentina.

Los Bussche ejercieron de embajadores del Reich en Buenos Aires entre 1910 y 1914, durante los cuales se establecieron grandes proyectos de inversión y acuerdos de colaboración militar. Ya comenzada la guerra, en septiembre de 1914, los trasladaron a Bucarest con la delicadísima misión de evitar que Rumanía se volcara contra Alemania. Lo consiguió durante dos años, hasta que los rumanos rompieron relaciones en el verano de 1916 y la familia regresó a Berlín.

Tras la caída del ministro Zimmermann por el escándalo del telegrama homónimo, el nuevo ministro de Exteriores lo hizo su «número dos», cargo que ocupó hasta la disolución del Imperio en enero de 1919. Eleonora acompañó a su marido todo ese tiempo en Alemania, pero entonces decidieron regresar a Buenos Aires.

Durante su gestión Bussche intentó por todos los medios mantener la neutralidad argentina, y apoyó la independencia de Ucrania, en un intento por conseguir alimentos donde se pudiera. También consiguió mantener un canal de diálogo con los EEUU, que después permitió alcanzar el armisticio de noviembre de 1918. Posiblemente jugó un papel en la caída del káiser y el establecimiento de un gobierno democrático.

Ya retirados vivieron entre Alemania y Argentina con sus cinco hijos, pero no dejaron de ser influyentes durante la república de Weimar. Bussche fue presidente de la asociación de alemanes en el extranjero hasta 1931. Tilly se casó con un Príncipe en Munich en 1932. Probablemente no comulgaron con Hitler, Hilmar escapó de la II GM para morir en Ramos Mejía en 1939, Eleonora le sobrevivió hasta 1957, a los 82 años.

Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad