Dos de los jóvenes participantes Cristina Ruiz Almagro (líder de proyecto) y Manuel Liébana Soto,
recibiendo su reconocimiento del pase a 2da Fase (Foto: Thinkbigjóvenes)

En la primer semana de abril se cerró la fase piloto de la iniciativa
«Talento Generoso», un proyecto que forma parte del programa «Think Big Jóvenes» de la
Fundación Telefónica. En un primer post de LinkedIn, contaba que había
sido seleccionado para «defender» la idea delante del jurado de
«Think Big» entre otros 50 proyectos, para tener la posibilidad de
conseguir su apoyo para la Segunda Fase.

Hoy, 17 de abril, nos enteramos que «Talento Generoso» ha
sido elegido entre los 35 proyectos que siguen adelante.

Como decíamos, la idea es simple, funciona como un sistema de intercambio.
Se registran dos grupos de individuos: jóvenes voluntarios y personas
mayores.  Los voluntarios asisten en tareas simples (no asistenciales) a
las personas mayores (como hacer compras, ayudarlos a desplazarse) y estos les
asisten aportando sus «talentos»: aprendizaje de algún oficio, arte,
idioma.  Internet es la tecnología que posibilita la difusión, el registro
y el «matching» de las ofertas de unos y otros.

Por supuesto, esto no excluye la captación de voluntarios y mayores, a
través de asociaciones o centros de la Tercera Edad.  Estos centros pueden
adherirse y promover la participación entre sus miembros.  En la
experiencia piloto participó el Centro de Día de Personas Mayores de Las Torres
de Cotilla en Murcia, y el grupo fundador de jóvenes (autores de la idea),
forman parte de la Asociación CEOM de Murcia (www.asociacionceom.org).  Sus nombres: Cristina Ruiz Almagro, Manuel Liébana Soto, Diego Parra Guirao.

Ahora bien, está idea fue íntegramente desarrollada y ejecutada por
jóvenes con discapacidad intelectual. 

De este piloto citaba tres grandes lecciones que había aprendido
personalmente:

1. Cuando se habla de la «brecha digital» probablemente mostramos
un cierto prejuicio.  Los colectivos de «Talento Generoso» está
muy alejados de lo hoy consideramos «alfabetizados digitales». 
Sin embargo, el piloto demuestra que pueden adaptarse y aprovechar la
tecnología en su beneficio.

2. La tecnología digital no tiene por qué tener ciertos niveles educativos
como prerrequisito.  Y es una herramiento fundamental para el ascenso
social.  Con un esfuerzo de formación (mérito indudable de infatigables
monitores, en este caso mérito de Mariví Álvarez y Lorenzo Carmona), hoy somos capaces de hacer productivos y hacer ganar autonomía a
personas discapacitadas y a personas mayores, evitando que caigan en el
asistencialismo.

 3. ¡ Cuánto talento desperdiciado hay en nuestra sociedad ! Con una
tecnología muy simple somos capaces de crear valor. Pensemos en las mejoras de
calidad de vida que se gana con mayores mejor atendidos, sin hundir la renta
familiar.  Pensemos en la fuerza productiva que hay en colectivos de
discapacitados, que podrían realizar tareas más complejas y útiles de las que
hoy les damos oportunidad, y así también tener una idea de progreso personal.

En este fin de semana, he podido ver cómo los creadores de «Talento
Generoso» tuvieron que superar otra cantidad de retos. Empezando por
sacrificar otras actividades largamente preparadas y de gran ilusión, para
pasar tres días fuera de casa en Madrid.

Luego, preparando una exposición pública, delante de jurado, y de sus
competidores, en menos de una semana, con el desafío de presentar el proyecto
en apenas 5 minutos de «pitch», cronometrados estrictamente. 
Explicar muy rápidamente para qué se solicita el apoyo de Think Big en una
segunda fase: probar la usabilidad de dispositivos de contacto remoto, ampliar
el alcance de proyecto fuera del área actual y, eventualmente, como aprovechar
mejor los «contenidos educativos digitales» producidos por los
mayores.

Finalmente, ejecutar la presentación con la presión de escuchar las
exposiciones de otros 20 grupos.  Todas ellas excelentes ideas (el nivel
del exigencia del concurso es muy alto) y muchas ejecutadas por jóvenes
profesionales con años de experiencia en Universidades, Institutos y Empresas.

Como decíamos antes, los creadores de «Talento Generoso» ya habían
vencido en la primera batalla contra los prejuicios y las autolimitaciones,
sólo con plantearse el proyecto.  Hoy también han dado una muestra de
responsabilidad, compromiso y profesionalidad y aprendí una cuarta lección:

4. Se puede competir con éxito, en la búsqueda de inversores, apoyos o usuarios,
incluso con desventajas comparativas apreciables de formación, 
habilidades y capacidad de comunicación. Simplemente olvidarse de los
artificios, no hay que pretender ser lo que uno no es, sino ser auténtico y
exponer visceralmente la visión y los beneficios de la idea.  Eso impacta
más que un buen ppt, aumentado con Prezi, o un video editado por un director
cinematográfico.

Nota: el primer mensaje que recibí después de felicitarles por el éxito fue:
«Ahora a seguir trabajando». Pues eso.

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