El cambio de foco en
los negocios
Paradójicamente, entre los años 2001 y
2004 en los que la evolución tecnológica de las empresas (o particularmente de
las grandes corporaciones), pareció estancarse se producía un importante cambio
cultural.

La enorme infraestructura y los
desarrollos tecnológicos, construida en los años anteriores para albergar a la
“nueva economía” encontró otros fines, para los cuales no había sido
pensada.  A principios de los 2000
comenzó la verdadera masificación de las tecnologías digitales.  Esta masificación se demuestra en la
explosión de la demanda de 3 elementos:
·       el acceso a Internet de banda
ancha por parte de los usuarios residenciales (no ya de empresas)
·       las nuevas tecnologías de
comunicación móvil para personas: SMS, GPRS, UMTS, Wi-Fi
·     los nuevos dispositivos
electrónicos para el ocio/confort personal (reproductores MP3, DVD, TV digital
o interactiva y otros)
El auge de la banda ancha
El colapso de las “empresas de
Internet” alcanzó básicamente al subsector 1 de nuestra clasificación (http://gestionyti.blogspot.com.es/2015/06/tecnologia-informatica-para-la_2.html)  y, por
ende, afectó gravemente los ingresos de los subsectores 2 a 5, aunque no con la misma
magnitud.  No obstante, las empresas de
este pudieron sobrevivir mediante los ingresos que les proveían los clientes
tradicionales “brick and mortar” y mediante un proceso de concentración que
llevó a la absorción de compañías pequeñas por otras más grandes e incluso por
jugadores del sector informático más maduro.
Pero al mismo tiempo, los ingresos de
los sectores 6 y 7, los proveedores de acceso, no dejaron de crecer.  Como dijimos antes, Internet surgió más como
un fenómeno cultural que como un sector industrial en si mismo, y los
crecientes usuarios de la red (estudiantes, profesionales, pequeños
empresarios, artistas e intelectuales), seguían demandando más y mejores
servicios.
La rápida evolución de los contenidos
multimedia en Internet provocó una enorme demanda de ancho de banda para
acceder a los mismos.  A principios de
2000 las originales páginas web conteniendo texto e imágenes estáticas habían
sido reemplazadas por una multitud de contenidos: video, animación, audio,  que demandaban cada vez más ancho de
banda.  En consecuencia, el acceso a estos
contenidos se hacía cada vez más lento por los medios tradicionales.
Se traslucía nuevamente el problema de
la “última milla”, es decir, el contenido circulaba a gran velocidad entre los
servidores troncales de los grandes operadores de Internet (las empresas de
telecomunicaciones nacionales en general), pero perdía esa velocidad en el
trayecto del ordenador del usuario por vía telefónica, al servidor de su
ISP.  Por más que se ampliaran los
recursos del servidor, el límite estaba en la tecnología del tradicional
“alambre de cobre” de la línea telefónica. 
Si no se resolvía este problema, el desarrollo futuro de Internet
estaría comprometido, muchos servicios interesantes estarían fuera del alcance
de la mayoría de los usuarios.
 
La solución se encontró brindando
acceso a Internet por medios más eficientes que las líneas tradicionales de
voz:
·       ADSL: este mecanismo permite
reutilizar la línea telefónica tradicional haciendo un uso más eficiente del
ancho de banda del par telefónico, colocando 2 módem/s conversores, uno en la
casa del cliente y otro en la central telefónica.  Con una moderada inversión, las operadoras de
telecomunicaciones, empezaron a convertir sus centrales para ofrecer este
servicio a sus clientes.

Adaptador de ADSL para la línea telefónica

·       Cable/MODEM: en los países
con una red de TV por cable muy extendida (caso Argentina), la infraestructura
de cableado coaxil ofrecía un ancho de banda disponible mayor que la línea
telefónica y con una escasa inversión llegar a la casa de todos sus clientes
con un servicio superior.  Este mismo servicio,
fue en menor medida imitado por operadoras eléctricas que también llegaban con
su cableado casa por casa.

Cable módem con puerto para el cable coaxial

 ·   Radiofrecuencia: en países
con amplia cobertura de radio/satélite como los EE.UU. la alternativa de
recibir señal de Internet por radio con un gran ancho de banda empezó a ser
posible cuando se construyeron receptores suficientemente portables a costes
razonables.  Una variante de esta
tecnología era UMTS para brindar una gran ancho de banda por medio de
terminales de telefonía celular.  

 

Antena satelital para acceso a Intermet

Mediante la difusión de estas
tecnologías la cantidad de usuarios de Internet de banda ancha se multiplicó en
estos años, tanto en el ámbito de los usuarios domiciliarios como en el de las
pequeñas empresas. 
A finales de 2005, la cantidad de
usuarios de banda ancha alcanzó al 50% de la comunidad total de usuarios de
Internet en el mundo.  La implicancia de
este fenómeno es trascendente, nunca hubo tanta gente con la capacidad de
acceder a servicios informáticos de última generación, desde sus hogares y
lugares de trabajo. 
La consecuencia de esta situación es
que el mercado alcanzó la “masa crítica” necesaria para hacer rentables
algunos servicios, que de otra manera no hubieran podido darse en forma masiva,
y que hasta el momento sólo eran explotados por las redes empresariales. 

Es el caso de la distribución de vídeo
y audio on-demand por Internet.  Lo que
antes estaba limitado a receptores especiales con su propia red (radios y TVs),
actualmente puede ser descargado por una conexión de banda ancha en un
ordenador para ser visualizado no sólo en tiempo real, sino en el momento en
que lo desee el usuario.  
Internet llega al hogar

Hoy en día uno puede escuchar cualquier
radio del mundo por una conexión de banda ancha, sin necesidad de contar con
receptores especiales, de onda corta, ni estar en un lugar geográfico
determinado.  Así como descargar, grabar
o escuchar los programas o archivos de audio en cualquier momento, inclusive
traslandándolo a un dispositivo portátil.

Asimismo, empezó a aparecer con fuerza
una nueva línea de negocios informáticos: la domótica. Lo que antes aparecía
solamente en publicaciones futuristas, empieza a ser posible por la progresiva
masividad del mercado (y la consecuente bajada de costes), además de una
tecnología cada vez más madura.

La domótica nos permitirá conectar en
red prácticamente cualquier dispositivo electrónico del hogar, y no sólo eso,
sino también acceder y controlar los mismos fuera de casa, a través de una
conexión de banda ancha.  Por este medio,
ya podemos instalar cámaras que nos transmitan imágenes en tiempo real desde
nuestras casas, controlar los equipos de frío y calor, programar el
funcionamiento de determinados aparatos.
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